Yglesia: y que avia de yr de mal en Peor. Y otros avisos a avido ynteriores y exteriores: y si con diligencia se hubieran mirado Eran suficientes Para apercibir al pueblo de dios: para evitar este mal que le vino. Achacosa gente es los que no tienen spiritu y zelo del Señor para mirar por si y por los otros.
Y con la negligencia que tienen en esto no se comiença a poner remedio en las cosas: si no es quando ya las ven al ojo: Y no se haze ansi en el tiempo de las guerras y de los peligros: mas todo aquello que probablemente se puede pensar que verna: es regla de providencia aun humana que se le procura Remedio.
Excusanse muchos diciendo no somos obligados a creer estas cosas no son profetas los que 1as dizen y que munchos an sido engañados pensando que acertaban: no es menester darles oido. Y cierto si fuese el dyrlos para hacer alguna cosa mala o sospechosa: o que no concordase con las Reglas christianas tenian mucha Razon.
Mas para hacer penitencia de nuestros pecados: para reformar las malas costumbres conforme a las reglas de la divina Scriptura y costumbre de la santa Yglesia, no es menester para esto evidente lumbre de profecia: Mas basta doctrina piadosa fundada en catolicos principios: Pues que el hazer lo que dizen no puede traer peligro aora acertasen o no en lo que an dicho que avia de venir: y podia ser cosa en gran manera dañosa el dejarlo de hazer en caso que aquello viniese. Y porque no me parece justo dejar de hazer dezir en esto lo que se me ofrece: no para determinarlo yo sino la Yglesia o los sabios della representar algunas razones por las cuales parece que este presente mal es mensajero muy cercano del otro que ha de venir a la Yglesia: conviene a saber Revelabitur ille iniquus homo peccati, filius perditionis[1] que por antonomasia es llamado antechristo. Dexando de decir algunas señales que suelen dezir para este mal: y para la venida del Señor al juizio: dire alguna que de lo acaescido en nuestros tiempos parece dar claridad a lo que es
- ↑ La expresión: homo peccati filius perditionis en 2 Tes. 2,3;8