amor de Dios, otros en amor propio, unos finalmente fer- borosos y otros tibios y con esta diversidad están y no están; están porque están juntos y occupan el mismo lugar, no están porque uniformemente no son observantes; están por- que no componen una misma Comunidad, no están por- que los unos observan su santo instituto y los otros no, de esta suerte, aunque estén presentes, es como si es- tubiesen ausentes. “Hoc sunt verba* quae locutus sum ad vos* cum adhuc essem vobiscum”*; “sed cum illis, in eadem mortali- tate non erat.”* Y al contrario, si todos son observantes y florecen con las mismas virtudes religiosas, si todos arden en amor de Dios y de sus hermanos, aunque estén ausentes por pre- sencia corporal en dibersos pueblos y provincias y aun dibersos rey- nos y partes del mundo uniberso, están juntos. De estos dis- cursos infiere Sn Juan Chrisóstomo que los religiosos verdaderos, fervorosos, y obserbantes son la cítara de Dios bien templada que de todos es bien oýda, de Dios y de los hombres, y terri- ble para los demonios: tal era* la cítara de David símbo- lo de la concordia, unión y caridad: “Citara est charitas ipsa vozes loquentes verba que ad charitatem conciliandam per- tinent, omnes in unam, suabem conspirant consonantiam”*<*?>. Y más avajo añade: “Hoc daemonum* furorem cumpescit a-
Page:Ordenes Salamanca.djvu/249
From GATE
Revision as of 00:01, 5 August 2019 by Juliano Dutra (talk | contribs)
This page has not been proofread