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muchas occupaziones y Ministerios en ella a que se podrá aplicar según su capacidad. 7. Aunque se hagan algunos yerros* como son imbolun- tarios, tampoco es causa vastante; para que se eviten tales eran necesarios ángeles. Procedan con deseo de acertar que no faltará Dios a quienes ninguna religión tienen fin o instituto las Missiones, si la Compañía los deja quién acudirá a las necesidades, que tocamos en las manos? Y si los Superiores no embían a los que juzgan prudentemente lo que harán con suficiencia y espíritus, a quiénes han de em- biar? Consulten al Superior y denle cuenta de su concien- cia, si tubieren algún escrúpulo y se podrán sosegar con lo que les dixere. 8. Esto he dicho (dejando otras muchas cosas) porque deseo se asiente en el corazón de todos el amor a las Misiones que como negocio de tanta utilidad e importancia se ha de em- prender con cuydado y porque se cumpla con el mejor, ayuda- rán las cosas siguientes: 9. En primer lugar, luego que el Superior señalare los que han de ir* a Misión sepan de él si tienen algún expecial fin o motivo o si save alguna cosa que pida eficaz remedio, y si se pudiere, será vien que lleven una instrucción por escrito