fruto con que su Magestad corresponde al zelo y diligencias de sus Ministros promoviendo la fe e y piedad christiana en los corazones de los pobres indios con emulacion de la primitiua Iglesia[1]; de que rindo al Señor las gracias, y a V. R.s de su parte aseguro los inestimables premios que corresponden a sus trabajos si con la perseverancia los coronan, y con la perfection cada dia mas los realzan, evitando las faltas mas leues, que pueden desluzirlos; destas unas pueden tocar en lo personal de nuestros Missioneros; otras pertenecen a las costumbres de los indios.
De las primeras seria el descuido en los exercicios espirituales especialmente de la oracion que entre variedad tanta de ministerios con proximos, y de ocupaciones exteriores es facil que peligren quando el alma no esta del todo afecta a su probecho, y encendida en el amor de Nuestro Dios, y deseos de buscar su mayor gloria; motivo que deven siempre tener el principal lugar en todas nuestras obras. Y si esto que seria lastima digna de copioso llanto que por adelantar el util de los indios perdiesemos el interez de nuestras almas para resguardo de tan perjudicial inconveniente; queda ordenado que la oracion se visite en la forma que se vera en los ordenes que con esta remito. Fuera desto para asegurar en las almas el fruto, puede ser no pequeño estoruo el comunicar a los de fuera los sucessos domesticos y mas si son en materia de disgustos, que como hombres ayan sucedido entre nosotros: o quejas que unos tienen de otros, menos afecto, y estimacion de sus prendas, et.a. Quien en esto faltase, ò con malicia, o menos cautela echaria mancha muy reparable a comunidad tan religiosa, y como tan naciuo[?] de vna separarse de los que no sabe estimar; y porque la falta de prudencia en esta materia a ocacionado grave perjuyzio estos años en varias partes, y en estas Provincias donde son tantos los emulos que solicitos recojen quanto a los nuestros se les cae de la uoca para forjar con mas aparencia de verdad sus calumnias contra la Compañia, encargo con todo el afecto de mi corazon que todos pongan especial cuidado en que quanto hablan delante de los de fuera, sean materias de edificacion; y queden todo precin-
fruto con quesu Magestad correspondealzelo, ydiligencias desus Ministros, pro
moviendo la Fe ey piedad Christiana en los Corazones de los pobres Indios con
emulacion delaprimitiua Iglesia; dequerindo al Señor las gracias, y a V.R.s
desuparte aseguro los inestimables premios, que corresponden asus traba
jos, si conla perseverancia los coronan, y conla perfection cadadia mas
los realzan, evitando las faltas mas leues, quepueden desluzirlos,
Destas unas pueden tocar enlo personal de nuestros Missioneros; otras
pertenecen a las Costumbres de los Indios.
Delas primeras seria el descuido enlos exercicios espirituales espe
cialmente dela Oracion, que entre variedad tanta de Ministerios con proximos, y
de ocupaciones exteriores esfacil, que peligren, quando el alma no esta del todo afecta
asuprobecho, y encendida en el amor de Nuestro Dios, ydeseos de buscar su mayor
Gloria motivo, que deven siempre tener el principal lugar entodas nuestras obras. Ysi
esto queseria lastima digna decopioso llanto, quepor adelantar el util delos
Indios perdiesemos el interez de nuestras almas Para res guardo detan perju
dicial inconveniente queda ordenado quela oracion se Visite enlaforma que
severa enlos ordenes quecon esta remito, Fuera desto para asegurar enlas almas
el fruto, puede serno pequeño estoruo el comunicar alos de fuera los sucessos do
mesticos y mas sison en materia de disgustos, que como hombres ayan sucedido
entre nosotros: oquejas que unos tienen de otros, menos afecto, y estimacion de sus
prendas, et.a Quien enesto faltase, ò con malicia, omenos Cautela echaria man
Cha muy reparable acomunidad tanReligiosa, y como tan naciuo[?] de Vna
separarse delos que nosabe estimar, yporquela falta deprudencia en esta materia
aocacionado grave perjuyzio estos años en varias partes, y en estas Provincias don
de son tantos los emulos, quesolicitos recojen quanto alos nuestros seles cae de
lauoca, paraforjar conmas aparencia de Verdad sus calumnias contrala Compañia,
encargo contodo el afecto demicorazon quetodos pongan especial cuidado enque quan
to, hablan delante delos defuera, sean materias de edificacion; y queden todo precin-
- ↑ B. Ibañez Echávarri, El Reyno Jesuitico, 56.