desahogo de sus almas con que se contava crecido el numero de confesiones y comuniones con grandes gloria de Dios, gozo de los Angeles, y provecho de los hombres. Parece que tan loable costumbre esta oluidada, ô perdida totalmente en muchas partes; por esto ruego con todo el afecto de mi voluntad a V. R.as se renueve, y cumpla con todo fervor que bien de las almas es el fin principal porque las celebra la Santa Ig[lesi]a; y de faltar el en las nuestras temo se reduzgan todas à solo lo temporal y sean mas ad destructionem, que ad aedificationem.
Lo segundo, en los premios que se dan la tarde de la fiesta ay gra[n]de excesso; yntroduciendose (como he sauido) que a cada sujeto de los q[u]e concurren a la fiesta se les ponga su peculio alli en publico del qual dispone el solo, dandolo a los que gusta, ò llevandolo a su aposento, y a su Pueblo; ô se le embia de antemano al aposento; con que bueluen los sujetos a sus Pueblos cargados de trastes que a vezes en cantidad, ô calidad vale cada uno de estos premios quarenta, ô cinquenta pesos de que se siguen graves inconvenientes contra la edificacion comun, y de la santa pobreza particular: deuiendo pues yo zelar una, y otra segun la obligacion de mi oficio ruego à V. R.as con todo afecto no pase adelante aqueste excesso pues de no ponerle termino se teme cada dia se aumente, no contentandose los Pes. Missioneros con lo ordinario que antes se usaba sino pasando mas adelante con una santa emulacion, por no llamarla generosa, ô vana galanteria de no querer parezer menos unos que otros. Reciuase en buen hora el premio con moderacion religiosa, mas no se llene el aposento, ni menos al pueblo; repartase alli mismo que con esto quedaran los indios muy consolados; assi por auer alli logrado su trauajo, como por participar del. Espero del grande amo[r] que V. R.as tienen a la santa pobreza como à Madre segun nuestras Constituciones y Reglas me daran este consue-
desa hogo desus almas con quese contava crecido el numero de Confesio
nes y Comuniones con grandes gloria de Dios, gozo delos Angeles, y
provecho delos hombres. Parece que tan loable costumbre esta olui
dada, ô perdida totalmente en muchas partes; por esto ruego con to
do el afecto de mi voluntad a V R.as serenueve, y cumpla contodo fervor
que bien delas almas es el fin principal porquelas celebra la Santa Ig.a
; y de faltar el enlas nuestras temo sere duzgan todas àsolo lo tempo
ral y sean mas ad destructionem, que ad aedificationem.
Lo segundo, enlos premios quesedan la tarde dela fiesta aygrāde
excesso; yntroduciendose (como hesauido) que acada sujeto delos q.e
concurren ala fiesta seles ponga supeculio alli en publico del qual dis
pone el solo, dandolo alos que gusta, ò llevandolo asu aposento, y
asu Pueblo; ô sele embia de ante mano al aposento; Con que bueluen
los sujetos asus Pueblos cargados de trastes que avezes en catidad,
ô calidadvale cada uno de estos premios quarenta, ô cinquenta pesos
de quese siguen graves inconvenientes contrala edificacion comun,
y dela Santa Pobreza particular: deuiendo pues yo zelar una, y o
tra segunla obligacion de mi oficio ruego à V R.as contodo afecto no
pase adelante aqueste excesso pues de no ponerle termino seteme ca
da dia se aumente, no contentandose los P.es Missioneros conlo ordi
nario que antes se usaba sino pasandomas adelante con una Santa
emulacion, porno llamarla generosa, ô Vana galanteria de no que
rer parezer menos unos que otros. Reciuase en buen hora elpre
mio con moderacion religiosa, mas nose llene el aposento, nimenos
al pueblo; repartase alli mismo que con esto quedaranlos Indios muy
consolados; assi por auer alli logrado sutrauajo, como por participar
del. Espero del grande amo[r] que V R.as tienen ala Santa Pobreza como
à Madre segun nuestras Constituciones y Reglas medaran este consue-