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P. 130-131 BAC
ecce atenuati fame![1] Porque, si miramos los munchos que an desamparado la cibdad / de la Yglesia de Dios, de la qual solian ser vezinos y hijos, y, dexando la obediencia de / sus sanctas reglas, se an se san salido a bivir, por cumplir sus deseos, a las anchuras del / campo, donde estan los caminos anchos, que, segun dize el Señor, llevan a la perdicion[2], no / ay quien pueda contener las lagrimas y dezir: Vidi Isrrael dispersum in montibus[3], etc. / Y si el christiano quiere quitar los ojos de la consideracion de tan lastimero expecta/culo y, para consolarse, volverlos a alguna gente que queda en la Yglesia, halla que, como aquellos que se salieron al campo esta sin cabeça, porque el cuchillo de la herejía / los aparto de la union y obediencia del papa, cabeça de la Yglesia y vicario de / Cristo, y perdieron la vida de gracia, y con ella la fee, asi munchos de los que quedan / en la Yglesia que tienen sana fee y estan unidos con el papa, estan muertos de hambre / y sin gracia de Dios, porque no comen el manjar de la obediencia de sus mandamientos / y de su Yglesia. Muertos aquestos, aunque por diversas causas, todos dan materia / de lamentable lloro a quien tubiere una centella de entrananble charidad, con la / cual sienta, como deve, la perdicion de las animas, por las quales derramo Jesuchris/to su sangre. Y, entre todos los que esto deven sentir, es el primero y mas principal el / supremo pastor de la Yglesia. Pues lo es en el poder, razon es que, como principal ata/laya de toda la Yglesia, de mas altas bozes para despertar el pueblo christiano, / avisandoles del peligro que tienen presente y del que es razon temer que les puede / venir. Abranse sus entranas, y sean comidas con el sancto zelo de la casa de / Dios que le esta encomendada, para sentir sus caidas y para ofrecerse, si menes/ter fuere, a muerte de +, a semejança de aquel Señor cuyo vicario es, y de / San Pedro, su primer antecesor, y a todo lo que menester fuere para remedio y reformacion de la Yglesia. Y, si el Señor no permitiere que muera su cuerpo muer/te de + sobre este negocio, a lo menos tome su animo la mortificacion de la +, / cosa muy necesaria si quiere remediar la perdicion de la Yglesiesia. Hondas estan nuestras lla/gas, envejecidas y peligrosas, y no se pueden curar con qualesquier remedios. Y, si se / nos a de dar lo que nuestro mal pide, muy a costa a de ser de los medicos que nos an de curar.