ni otros regalitos de vizcochos, conservas, azúcar, torta de voca que los PP. curas les suelen dar para su regalo con menoscavo de la observancia y persuádanse los Pes. curas no poniendo en los aposentos de los compañeros dichos regalos evitaran el que algunos sugetos, discurran, o malicien que hacen ese agasajo a los compañeros p[ar]a taparles la voca y que no avisen al Superior de sus faltas; y lo mismo[1] de que por co[h]echarlos faltan a la fidelidad que deven a la religión[2].
6o. El uso de la yerva ha condudido en pocos años entre algunos sugetos de estas Misiones, con tan poco recato, con tan poco desahogo y publicidad, que me beo obligado con parecer de mis Consultores a prohivir, como de hecho prohivo su uso aunque no con precepto, pero no por eso se deve entender que si en uno u otro caso se necesita dar por remedio o medicina, que en tal caso no se pueda tomar, pues el hacerlo assí es muy conforme a la caridad. Lo que prohívo es el uso quotidiano y frequente de dicha bebida, como ya lo tenía prohivido en sus órdenes el P. Prov.l Lauro Núñez y otros de mis antecesores.
7o. Aunque me hallava muy inclinado a mandar que los