importa poco que nos llame [d]el mundo a la Comp[añí]a de J[esú]s,
si el día que los somos, y el que por gozar del aposento o regalo y descanso del Collegio no sigue a Jesu Xpto, que se fatiga buscando las almas más perdidas, no es en la verdad su discípulo.
3. Los travaxos e incomodidades que en la Misión se padecen son grandes, pero si ellos [h]ubieran de usar a retardarnos, el Hijo de Dios sin hacerse hombre se estubiera en los cielos dejando que nos condenásemos todos. Además que son el mejor cilicio y rigurosa disciplina que de tal suerte nos aflige que es de provecho a los próximos, pues por su medio
se salban.
4. Las contradicciones que s[iem]pre o casi s[iem]pre se ofrecen en una obra tan grande, nos asegura[n] somos embiados de Dios sicut oves inter lupos[1] y que nos dará su Mag[esta]d el Espíritu que le pedía N[uestro] P. Sn. Ig[naci]o q[uan]do al echar la bendición a sus hijos, que embiaba a la conversión del mundo, decía: Dadles S[eño]r el Espirítu que me [h]abéis prometido dar a los que van a Misión.
5. La resistencia y opposición que hace el demonio es muy grande y esta nos ha de animar más el sentim[ien]to que han mostrado no poccas vezes de semejantes Missiones, es mucho. El año de 29 para estorvar una Missión se juntaron
- ↑ Mt 10, 16.