Difference between revisions of "Page:FC 1334.djvu/30"

From GATE
(→‎Not proofread: Created page with "Porque quien esto no conoce de El, no lo conoce como debe ser conocido. No nos maravillemos, pues, que tanta gente haya perdido la fe en nuestros tiempos, pues que, faltando d...")
 
Page body (to be transcluded):Page body (to be transcluded):
Line 1: Line 1:
Porque quien esto no conoce de El, no lo conoce como debe ser conocido. No nos maravillemos, pues, que tanta gente haya perdido la fe en nuestros tiempos, pues que, faltando diligentes pastores y legítimos ministros de Dios que apacentasen el pueblo con tal doctrina que fuese luz para los pies, como dice David y fuese mantenimiento de mucha substancia, y le fuese armas
+
Porque quien esto no conoce de El, no lo conoce como debe ser conocido. No nos maravillemos, pues, que tanta gente haya perdido la fe en [[citesConcept::nuestros tiempos]], pues que, faltando diligentes pastores y legítimos ministros de Dios que apacentasen el pueblo con tal doctrina que fuese luz para los pies, como dice David y fuese mantenimiento de mucha substancia, y le fuese armas
 
para pelear, y, en fin, que lo fundase bien en la fe y encendiese con fuego de amor divinal, aun hasta poner la vida por la confesión de la fe y obediencia de la ley de D1os, y sucediendo, en lugar de esto, las doctrinas ya dichas, síguese que los que tenían en poco las cosas eclesiásticas y medios para alcanzar
 
para pelear, y, en fin, que lo fundase bien en la fe y encendiese con fuego de amor divinal, aun hasta poner la vida por la confesión de la fe y obediencia de la ley de D1os, y sucediendo, en lugar de esto, las doctrinas ya dichas, síguese que los que tenían en poco las cosas eclesiásticas y medios para alcanzar
 
la virtud, cayesen como soberbios, y los que no curaban  
 
la virtud, cayesen como soberbios, y los que no curaban  

Revision as of 11:41, 8 October 2019

This page has not been proofread


Porque quien esto no conoce de El, no lo conoce como debe ser conocido. No nos maravillemos, pues, que tanta gente haya perdido la fe en nuestros tiempos, pues que, faltando diligentes pastores y legítimos ministros de Dios que apacentasen el pueblo con tal doctrina que fuese luz para los pies, como dice David y fuese mantenimiento de mucha substancia, y le fuese armas para pelear, y, en fin, que lo fundase bien en la fe y encendiese con fuego de amor divinal, aun hasta poner la vida por la confesión de la fe y obediencia de la ley de D1os, y sucediendo, en lugar de esto, las doctrinas ya dichas, síguese que los que tenían en poco las cosas eclesiásticas y medios para alcanzar la virtud, cayesen como soberbios, y los que no curaban sino de las cosas exteriores, cayesen como flacos, y los tibios fuesen vomitados de la boca de Dios, y llevase el viento las pajas. Y por imitar del todo estos vanos predicadores a los otros pasados, los cuales, viendo cercada a Jerusalén, la desampararon y se fueron a los reales de Nabucodonosor, asi muchos de esotros se han pasado a los reales del perverso Lutero, haciendo desde alli guerra descubierta al pueblo de dios para engañarlo cerca de la fe, habiéndolo primero engañado ensanchándoles sus ruines costumbres e impidendoles su remedio que por via de hacer penitencia pudieran haber alcanzado.

Tercera causa

Aunque las causas ya dichas sean muy importantes para que haya sucedido el triste efecto que ahora lloramos, mas todavía hay mucho de que maravillarnos y que inquirir otra causa, si la hay. Cosa ha sido maravillosa y sin aparencia de razón que haya habido gente en nuestro siglo que se haya levantado contra su madre la Iglesia sin respeto de su grande antigüedad, autorizada con mil modos y muy eficaces, y haberla acusado con grande