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De lo que el P. Ferrufino nos ha escrito, colijo quan conveniente y aun necessario es, que los NN., que estan en las reduciones, no se sirvan de muchachos, que llaman cubicularios, sino que si los han menester para este officio, se valgan se yndios grandes; V. R. ordene esto en mi nombre y no permita lo contrario, porque conviene grandemente y creo juzgara lo mismo V. R., si esta bien informado del motivo que tengo para ordenarlo y havra entendido sin duda de su antecessor.

Apruebo que se haya suspendido la profession de quatro votos al P. Luis Duarte, hasta que este bien enmendado de las faltas que se le notan, que verdaderamente son harto considerables en la Compañia; veremos si sera de provecho el aviso que se le ha dado. Y porque se pregunta que es lo que ha de hazer el provincial en casos semejantes, respondo que, aunque embie al general el grado o profession a uno en virtud de la buena informacion, que aca havia de el, si quando llega alla el orden, dicho sujeto se ha mudado en materia de costumbres y no procede como tiene obligacion, no solo puede, sino que deve el provincial, consultandolo con sus consultores, suspenderle el grado o profession hasta que este bastantemente corregido o hasta que, avisado el general, si las faltas fueren graves, respondera lo que se ha de hazer, y observe esto mismo V. R. con el P. Luis Duarte, avisandonos tambien de su modo de proceder.

Cuide V. R. que los NN. no escrivan cartas en lengua francesa ni en otra, que no se pueda entender, como lo ha ordenado su antecessor, para escusar inconvenientes, y que las que escriven sean muy religiosas y prudentes, de manera que aunque lleguen a manos de los que nos tienen poco afecto, no causen offension, ni les den ocasion para quexarse o hablar mal de nosotros, como sucedia a aquella carta del P. Angelo de Magistris; este caso nos enseña el daño que nos puede hazer una carta menos prudente.

Notable tragedia es la que passo quando con violencia y ignominia increible nos echo de nuestro colegio de la Assuncion el señor obispo don fray Bernardino de Cardenas; doy gracias a N. Señor que ya hemos sido restituidos de a el, y ya bolviendo Du Magestad por nuestra justicia. Aca se haze y hara lo possible en orden a conseguir la declaracion, que V. R. y otros dessean cerca del parecer, que dieron los de essa provincia en el punto o duda de la consagracion del dicho señor obispo. La paciencia y humildad, que mostraron los NN. en estos trabajos merece singular estimacion y agradezimiento, y lo mucho y bien que han trabajado por nuestra defensa el P. Laureano Sobrino, el P. Simon de Ogeda y otros de los NN., a todos se lo agradezera V. R. en mi nombre. Y por que el P. Diego de Boroa ha escrito que se han señalado en nuestro favor los señores Sebastian de Leon y Zarate, governador del Paraguay, y el licenciado don Gabriel de Peralta, dean de la santa yglesia de la Assuncion, el licenciado don Hernan Sanchez del Valle, chantre de dicha yglesia, y el thesorero