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Señor christiano llamado Augusto, que era señor mui grande y perdiò la vida y estado en las guerras del año passado; y estan agora debaxo de un señor gentil. La gente es mui capaz sugeta a la razon, y enclinada a su salvaçion. Y como V.S. Illustrissima ya sabra desde el año de 87 hasta el año 98 que fueron onze años continuos, padeçimos grande contrariedad y persecuçion que nos moviò Quambacundono, que por otro nombre se llamo Taicosama, señor universal de Japon; mandando que los nuestros todos se fuessen de Japon, y que ninguno reçebiesse nuestra ley. Aunque por la graçia de Nuestro Señor ni los Padres se fueron de Japon, ni nuestra santa fe dexò de ir siempre en crecimiento. Passaronse empero muchos y mui grandes trabajos y peligros en todo el tiempo que viviò, andando los Padres por casas agenas con el habito mudalo, porque Quambacundono mando destruir todas nuestras casas, y mas de duzientas iglesias que estavan en diversas partes. Mas con su muerte que fue en Setiembre del ano de 98, aunque no quedamos del todo libres, porque dexò nombrados Governadores en su testamento que sustentassen sue leies, y fuessen como tutores de un hijo suyo pequeño que dexo por su universal heredero. Cessò todavia la persecuçion en gran parte, y tornamos a hazer de nuevo la mayor parte de las casas, y iglesias que nos avian destruido y en poco mas o menos de un año y medio se hizieron de nuevo mas de setenta mil christianos, y se abrieron nuevas puertas para se hazer mui grande conversion en diversos reinos. En este tiempo se rebolviò todo Japon con las discordias que tuvieron entro si los Governadores, siguiendo los señores de Japon, unos la parte de uno dellos llamado Daifusama, y otros la de los otros, hasta que el año passado vinieron a batalla campal, y quedo Daifu vençedor y señor de todo Japon. Los otros, unos quedaron a muertos, otros perdidos. Entre los quales se perdieron algunos señores christianos, y Augustino Tçunocamidono perdio su vida, y estado corno diximos con grandisima perdida, y desconsolaçion de toda esta christiandad de Japon. Passamos tambien otros muchos peligros, porque Daifu con el
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